miércoles, 25 de febrero de 2009

El Monasterio de Piedra

Me dijeron que nos dirigíamos al Monasterio de Piedra, en la localidad de Nuévalos, provincia de Zaragoza. Había oído hablar de aquel sitio alguna vez pero no tenía ni idea de qué tenía y porque tanta gente lo visitaba. Cuando llegué lo entendí.

En la página web la frase que te salta a la vista es "Un Lugar De Ensueño". Estoy de acuerdo. Es la manera más sencilla y sincera de definirlo.

Pagamos la entrada y nos pusimos a andar. Igual que si se tratara de un parque temático, podías seguir las flechas de diferentes colores dependiendo del camino que quisieras llevar.

Todo era verde. Agua y cataratas que no sabíamos muy bien de dónde salían por todos lados. La gente no paraba de mirar hacia todos los lados. Era difícil elegir el sitio donde mirar primero. Empezamos la marcha sin dejar de hacer fotos. Todo lo que nos rodeaba nos parecía digno de inmortalizar.

Ya la revista inglesa Fraser’s Magazine, en un articulo publicado en el año 1871, decía que este lugar era “una excursión a una de las curiosidades naturales más extraordinarias de Europa”.
Aragón lo cuida como una de sus joyas más valiosas. Tanto es así que el parque está dentro de la red de espacios protegidos, declarado paisaje pintoresco en 1945.

A las dos horas de estar paseando pasamos de cataratas y túneles a unas especie de charcas que se han convertido en piscifatorías con truchas, cangrejos, etc.

Cuando crees que ya lo has visto todo llega la zona de las aves. Hay horarios en los que hay "espectáculos" con aves rapaces. Durante todo el recorrido si miras al cielo no dejas de ver águilas, buitres, halcones...sobrevolándote la cabeza.


Desde luego, es un sitio que merece la pena conocer, a tan sólo 200km de Madrid. Id y disfrutad.

(www.monasteriodepiedra.es)

viernes, 20 de febrero de 2009

Descenso del Sella en canoa




Cuando pisé por primera vez Arriondas no me imaginé lo que me esperaba a lo largo de ese día. Llevábamos días hablando de que íbamos a bajar el Sella en canoas de dos, que era una excursión divertida y que merecía la pena. Me sorpendió la gente. La cantidad enorme de personas con su chaleco rosa o morado salvavidas y en bikini o bañador y tan dispuestos a coger su piragua (muchos por primera vez en su vida) y lanzarse al río.

El monitor nos dijo que eran aproximadamente 15 kilómetros y que tardaríamos unas 3 o 4 horas en llegar al pueblo donde un 4x4 nos recogería de vuelta. A cada dos nos dieron un bidón enorme con unos bocadillos y agua. Estaba todo preparado. Sólo teníamos que meternos en la canoa y ponernos a remar.



Me subí c
on mi hermano, ya habíamos hecho piragüismo antes pero esa sensación era diferente. Remábamos en un río que al principio del recorrido no tenía casi profundidad y las palas daban en muchas ocasiones contra las piedras del fondo. Poco a poco empezamos a cogerle el gusto. Lo mejor del paseo era mirar. Nos peleábamos por ver quién iba delante porque se veía mejor el paisaje. A lo lejos se veían los Picos de Europa, acantilados y mucho bosque. A nuestro lado teníamos un río ancho lleno de vegetación y pequeñas "playas" donde se podía parar a descansar.



Después de 5 horas (una de ellas comiendo) llegamo
s al final del recorrido. Estábamos muertos de cansancio pero sólo decíamos "sin duda, ha sido precioso, único". Es uno de los lugares/momentos que recomiendo para todos los que os guste hacer deporte en verano y querais algo diferente e inolvidable. Desde ese día, Asturias es uno de mis rincones favoritos.

domingo, 15 de febrero de 2009

Primer rincón: Orbiso (Álava)



Quizá sea este el primer sitio que recuerdo cuando pienso en las vacaciones de mi infancia.

Empecé a ir a Orbiso cuando sólo tenía 2 año
s y desde entonces siempre me ha parecido un lugar mágico. No es más que la última aldea de Álava antes de encontrarnos con Navarra (Zúñiga -Navarra- está a menos de 2 kilómetros) pero siempre me ha parecido un lugar lleno de verde, lleno de luz y, a pesar de sus escasos 10 habitantes en invierno, lleno de vida.

Si me pidieran que definiese con una palabra este rincón diría sorprendente.



Siempre me ha parecido increible como un pueblo escondido en la Sierra de Urbasa puede atraer a tanta gente durante el verano. Quizá irremediablemente este sea el futuro de los pueblos de nuestro país. Cuando la generación de los abuelos va desapareciendo sus nietos lo repueblan como lugar de vacaciones para ellos y sus hijos.





También me impactaba con la normalidad que todos nos tomábamos que a las 10.30 h. llegara el camión del pan a la plaza y los martes a las 20.00h todos los niños nos reuniésemos en la parte alta del pueblo esperando el camión de los helados. Todas las familias comen lo mismo cada día de la semana. El día del camión del pescado ésa es la comida generalizada, y el día del de carne ocurre lo mismo.

No hay tiendas. Mi padre me ha contado muchas veces que cuando él era pequeño había unos ultramarinos en la plaza pero lo cerraron. Su dueño es ahora el alcalde. Sólo hay un bar pero no hay camareros. Tú mismo te sirves, miras el precio y lo pagas. Probablemente sea el bar con menor descueadre de caja al final del día del mundo.


Bicis. Cuando pienso en Orbiso veo las bicis de los niños y jóvenes por todas partes. Es el medio de transporte oficial. No es de extrañar, ya que de una punta a otra del pueblo habrá unos 800 metros y el pueblo "grande" donde hay piscina, tiendas, etc. está a 15 minutos en bici por un camino precioso de piedras.


Hace 3 años inaguraron la casa rural de Mariví, una vecina de toda la vida, en la calle de la Herrería 9. (http://www.nekatur.net/marivi) y es la perfecta excusa para que todos los que necesiteis desconectar, ver un paisaje inolvidable y respirar aire puro acudais y lo disfruteis.



sábado, 14 de febrero de 2009

Empecemos presentándonos...


Este blog ha sido creado para mostrar a todo el que quiera verlo los lugares tan maravillosos que podemos encontrar dentro de nuestro país, desde el rincón más escondido de un pueblo del norte, a las playas kilométricas de la costa sur española.


Iremos poco a poco recorriendo la mayor parte del país para comprobar las diferencias tan sorprendentes en el paisaje de unas zonas a otras.


Espero que lo disfruteis y opineis siempre que querais.


Aquí empieza "Un rincón para cada momento".

(Foto propia realizada a las marismas del Parque Natural de Doñana, en Huelva)